domingo, 4 de mayo de 2008

Por tierras sardas


Papá, mamá.

Después de la tensión vivida en el Tibet he puesto rumbo a Cerdeña, a disfrutar del sol, del clima mediterráneo que tanto añoraba, de buenos platos de pasta… Sigo preocupado porque no tengo noticias vuestras, por favor, deseo saber que me echáis de menos, leer que os hacen ilusión mis misivas, sentiros felices de que vuestro hijo esté recorriendo el mundo y haciendo amigos que cuando visiten Madrid irán sin duda a conocer el negocio familiar.

Tengo que confesaros que comienzo a sentirme solo, y también diferente. Deseo encontrar algún compañero de viaje, alguna amiga que despierte sentimientos y sensaciones que todavía desconozco. Estoy seguro de que tarde o temprano terminará llegando. La foto que os envío es en Orgosolo, un pueblito completamente pintado de murales. A ver si me enseñan la técnica y redecoramos el negocio.

Os quiere, y añora,

Valentín

http://viajesdevalentin.blogspot.com/

sábado, 19 de abril de 2008

En el ajo del conflicto internacional



Que no digo yo que este hombre majete y sonriente y sus colegas no sean buenas personas, pero para mí que la información que nos llega a España es un poco tendenciosilla. Papá, mamá, el Tibet no es trigo limpio, aquí se huele algo turbio que no sabría explicar, en todo caso parece que una China se ha metido en el zapato de occidente.
Besos nirvánicos.
PD. He aprendido a hacer el chong, un ideograma que significa centro del Chi kung, qué cosa el orientalismo

jueves, 10 de abril de 2008

Sin noticias desde el exilio


Papááá, mamááááá (por cierto, me pregunto yo si en caso de enfatizar una palabra aguda repitiendo el número de vocales finales, debería llevar tilde tan sólo la primera vocal: mamáaaaa, sólo la última vocal: cafeeeeé, quizás la tercera y quinta: Valentiiíiíin o quizás la totalidad: papáááááááá; qué dirá la RAE al respecto) por qué no contestáis a mis epístolas, nunca nadie me ha hecho daño tal como el causado por vosotros progenitores míos con ese gélido y desnaturalizado silencio, por qué ignoráis a vuestro aventurero hijo, yo que me enorgullezco de la familia y de nuestra ensalada super Light allá donde voy, que os llevo en el plástico que me sirve de entraña misma, que duermo con vuestro recuerdo pegado al cartón por el que miro, yo, que sólo pretendo una señal de aprobación por mis viajes…snif, snif.

Remito foto del baño mi nueva morada, allá donde recaigo entre viaje y viaje, no puedo confesaros donde se encuentra, pero deciros que me encuentro como en casa con mis nuevos compañeros de piso, no paran de fotografiarme allá donde voy, son unos cachondos.

Os quiere y añora, pese a vuestro silencio, por siempre, desde el exilio, desde el desahucio paterno, Valentín.

domingo, 6 de abril de 2008

Un sueño



Queridos padres.

Tantos años tan cerca, pero tan lejos. Escuchando historias de este gran Club, junto a casa, de sus triunfos y de sus desgracias. Esa afición, al pie del cañón... No he podido evitar aprovechar esta fugaz visita a Madrid para disfrutar del partido desde la grada. ¡Y qué partido! 9 goles, ni más ni menos.

Y qué decir de los jugadores. Aunque nadie daba crédito cuando Antonio López marcó el primero. Después Forlán, ¡pero que bueno que es el rubio! Luego, empató el Almería si bien es cierto que acabó con 9 , empezó el festival rojiblanco. Doblete de Simao, y doblete de Agüero.

La grada era una fiesta, aunque me bañaron varias veces con cerveza celebrando los goles. No comprendo cómo los directivos del Club han podido vender este estadio. El Calderón. No será lo mismo este equipo en otro estadio, en otro barrio. Y no será lo mismo el barrio, se pongan como se pongan. Una lástima que todos los que disfrutaban hoy en las gradas no le planten cara a los golfos que vienen jugando con este club y con quienes lo aman. Al acabar el partido me apunté a la puerta 0 a ver si conseguía colarme y conseguir algún autógrafo... pero no pudo ser. La policía me miró con ojos reticentes y decidí desandar mis pasos y dirigirme a la Calle Embajadores, para entre un par de coches intentar avistaros. No tuve suerte.

No se dónde me dirigirán mis pasos próximamente, pero seguro que en algún momento viajo a Liverpool, porque otro de mis sueños es poder ver a Torres, desde The Kop. Como es habitual, os enviaré misiva.

Estoy preocupado porque no sé nada de vosotros. Os ruego os pongáis en contacto conmigo, y que comprendáis que aunque esté lejos os llevo en el corazón. Me gustaría que compartieras estos momentos de felicidad. Os prometo que volveré.

El hijo pródigo se manifiesta


Papá, mamá, he regresado a Madrid durante este fin de semana, aunque no creo que tenga la fuerza suficiente como para pasar a veros, se me encogería tanto el alma al sentirme entre vuestros brazos y pechos (vosotros que gozáis de extremidades), que no podría más que anular el resto de viajes que tengo previstos, que son muchos; por lo que debo sacrificarme y reprimir el impulso que me quiere llevar a casa y continuar, con ánimo y voluntad, mi aventura.
Las causas de que haya regresado a la capital son dos, la segunda se comentará en la próxima carta, aunque la inicial consiste en haber querido acompañar con mi voz y mi presencia a los miembros de la Plataforma de Defensa de la Filosofía que ayer se concentraron en Sol con el objetivo de presionar a la Consejería y al Ministerio para que no se reduzca la carga lectiva de la asignatura de filosofía en el Bachiller ni desaparezca la asignatura de Ética devorada por Educación para la Ciudadanía, creo que todo el mundo debe de recibir la educación humanista que vosotros no me pudisteis dar, es ahora cuando comprendo lo alineado que he vivido al pensamiento único durante toda mi vida, y la necesidad de abrir los horizontes mediante el conocimiento crítico y reflexivo; papá, mamá, sé que lo que os voy a decir ahora os disgustará profundamente, pero me siento en la necesidad de ser sincero, estoy leyendo "El manifiesto Comunista", y he comprendido que nuestra familia está forjando las armas que alzadas por el proletario nos dará a nosotros mismos muerte; ¿Cómo no os estáis dando cuenta? Papá, mamá, ¡un espectro se cierne sobre Europa!
Eh, bien, me despido, besos todos, sin presas ni cilicios, del tuétano mismo del petróleo del que nacieron mis entrañas.

PD. ¿A que es maja mi amiga filósofa Chin-Leung? No paraba de reírse con mis ocurrencias.

miércoles, 2 de abril de 2008

El último rey de Escocia


Mamá, Papá (y mejor en este orden porque quien conoce los hábitos y la idiosincrasia de nuestra familia identificaría el sistema de roles y encomiendas con las pautas de un régimen puramente matriarcal), no quepo en mí, he abandonado por primera vez la península para recalar en la ínsula británica, en concreto en uno de los países de la pérfida Albión, la inefable Escocia. Todo aquí es extraño, los hombres llevan faldas a cuadros que llaman kilts, tocan un instrumento de viento fabricado con tripa de yo que sé que animal y juegan a un deporte en el que los quince tipos más brutos de cada pueblo chocan entre sí con intención de depositar una pelota elíptica al otro lado de un campo de hierba, muy raro, además, y por encima de todo, estos tipos beben mucho, que si cerveza, que si Whisky de malta, que si cualquier cosa que pueda provenir de un cereal y un alambique, gente maja, muy nobletona, con mucho honor, por lo visto se jactan de que por muchas vidas que les quiten no perderán su libertad, en fin, ellos sabrán, pero yo les veo algo dependientes, del alcohol al menos; de lo que no tengo dudas es el por qué de que para Hume todo conocimiento humano proviniera únicamente de los sentidos, toda Escocia, sus castillos, sus campos, sus lagos, sus atardeceres, sus montes son impresiones, vívidas, palpables, y sólo desde que la abandonamos se transforman en ideas.

Como dijo Robert Burns, mamá, papá:

And surely ye'll be your pint-stowp

And surely I'll be mine

And we'll tak a cup o'kindness yet

For auld lang syne.

No olvidéis escribirme a través del blog que se me desgarra el vaso que me sirve de corazón si sigo sin saber nada de vosotros, os añoro.

Valentín

domingo, 30 de marzo de 2008

Euskaldun


Queridos papá o mamá, continuando con mi viaje de autoconocimiento y emulando al tío Matt con su sobrinillo Gobo, he alcanzado tierras vascas. Al llegar he tenido la sensación de haber sido engañado durante toda mi vida por los viandantes madrileños que corretean por Embajadores y consideran hostiles estos parajes y sus gentes.

Llevo días sin que los chiquiteros de mi cuadrilla, a los que conocí apenas hace un par de días y que ya me tratan como un igual, me dejen encontrar la salida de las siete calles del casco viejo y apear el zurito o el chiquito de la mano. Aunque también he encontrado tiempo entre pote y pote para visitar el museo Guggenheim, como podéis ver en la foto.

No tengáis en cuenta mi mala cara, ya sé que estoy más pálido de lo habitual pero es debido a la resaca, sí mamá, no te eches las manos a la cabeza, necesitaba conocer la sensación del licor por la garganta plastificada –esa misma en la que en otro tiempo y en manos desconocidas se sirvió champaña y cerveza a espuertas- y sus efectos lúdicos y desinhibidores, compréndeme, necesito descubrir un nuevo mundo cada día, una nueva experiencia en cada viaje, y con ello no os echo en cara el haberme mantenido aislado durante toda mi juventud, sé que lo hicisteis porque creíais que esa era la mejor forma de educarme ante un mundo que nunca aceptaría mi diferencia, pero me alegro que os equivocarais; he descubierto que el mundo es amable conmigo y sus gentes me respetan y admiran, viva Rousseau y el niño salvaje… y El Emilio también, qué coño.

Desconozco donde me llevarán los pasos, esos pasitos reptantes míos, son muchos los sitios por descubrir y más sus gentes, por lo que no puedo daros una dirección fija donde pudierais enviarme vuestros pareceres, aunque os pediría que sí me contestarais a través del blog donde publico mis viajes, la dirección es: http://viajesdevalentin.blogspot.com/

Necesito saber de vosotros, contestadme padres míos, se me desgarra el alma con sólo pensar que pudierais estar resentidos o afligidos con mi proyecto.

Abur, os quiero y os llevo en lo más profundo del vaso de plástico que me sirve de corazón.